La glucosuria es la presencia de glucosa en la orina a niveles elevados. La glucosa se reabsorbe en su totalidad a nivel de las nefronas, las unidades funcionales del riñón donde se produce la depuración de la sangre. Sin embargo, cuando los niveles de glucosa en sangre rebasan un umbral, una cifra alrededor de los 180 mg/dl de glicemia, la nefrona permite que se elimine glucosa por la orina para compensar la sobrecarga de glicemia que no es compensada por la insulina.
Los problemas en la producción de la insulina aumenta el nivel de glucosa. En personas sanas, los riñones actúan como un filtro eliminación de sustancias innecesarias para el cuerpo, eliminándolas a través de la orina y reutilizando aquellas necesarias, como la glucosa, que permanecen en la sangre. La glucosuria aparece en personas con problemas renales (glucosuria renal) o exceso de azúcar (diabetes). En situaciones normales, el cuerpo elimina la glucosa en la orina cuando la concentración en la sangre es alta. En la glucosuria renal, la concentración de glucosa en la sangre es normal o baja, pero se excreta por los riñones, debido al mal funcionamiento de éstos. En esta situación la persona no tiene síntomas y no requieren tratamiento.
Hay que vigilarlo bajo consejo médico porque se puede desarrollar diabetes. Este trastorno tiene importantes factores hereditarios.
La glucosuria en el embarazo puede ocurrir debido al estrés o al paso de sangre más rápidamente por los riñones que generalmente desaparece después del parto.
Ante una clínica de poliuria y polidipsia se deben realizar analíticas de sangre y de orina. Si se aprecia glucosuria, con niveles entre 5 y 30 gramos en 24 horas, la analítica de sangre y los niveles de glicemia permitirán diferenciar entre una glucosuria secundaria a una posible diabetes mellitus o una glucosuria de origen renal. En la glucosuria de origen renal, además, se verá que la glucosuria varía al modificar la dieta y que los hidratos de carbono se metabolizan con normalidad.
En el caso del síndrome de Fanconi se verán otras alteraciones en la analítica de orina, con niveles elevados de aminoácidos, fósforo, potasio y bicarbonato, así como una orina poco concentrada. En ocasiones puede existir anemia hemolítica, por rotura de los hematíes, y alteración de leucocitos o plaquetas.
El tratamiento de la glucosuria renal implica la selección de una dieta equilibrada que contenga una cantidad suficiente de hidratos de carbono.
En el caso de la poliuria, se recomienda el uso de frutas secas para evitar la pérdida de potasio.
No existen medidas preventivas para la glucosuria renal. A lo sumo, se deben realizar controles periódicos de los niveles de glucosa tanto en orina como en sangre.
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